viernes, 6 de octubre de 2006

Tengo a la vuelta de la esquina mis treinta y siete primaveras y empiezo a ver a mi alrededor los sintomas de la decadencia.
Hete aqui que veo a Sabina, gordo y mofletudo compartiendo foto de familia nada menos que con Raphael y con los monarcas y me recuerdo a mi mismo que todos envejecemos, hasta los famosos con vocacion de bohemios que acaban sus dias con manteles bordados y hasta las patas de jamon del bueno (esto ultimo no se lo reprocho).
Mi santa, fan incondicional del Sabina, que aunque sabido es que hace muchos años ya, que ni canta ni tiene voz ni nada, le tiene en un altar. Que tiene sabiduria dice. Tocate los cojones.
A mi me gustan sus letras, eso si, y algunas de sus canciones son pegadizas, pero lo que no le perdono es que nos prive de su imagen de antisistema, de anticontratodo. Yo, que tras su embestida contra Ramoncin, le habia metido en la lista de mis oraciones, para no olvidarle el dia en el que empiece a rezar, le destituyo y le borro ahora mismo de la susodicha retahila. A tomar por culo el Sabina de mis oraciones. Ahora mismo meto a Fernando Alonso o a Scarlett Johanson, por ejemplo. No, Fernando Alonso, no , que le den.
Scarlett bienvenida.

2 comentarios:

Melisa dijo...

Ahora te enteras de las tendencias monárquicas de Sabina? No sabías que ya invitaba al príncipe y a la principesa en su casita desde hace tiempo? Yo lo sé pq se atrevió a alardearlo en una entrevista a El País.

Si Bob Dylan cantó tan contento ante el Papa y sus acólitos, cualquier cosa puede pasar.

Yo prefiero guardar para mis oraciones cosas más fiables y realmente necesarias, como un tránsito intestinal regular o la regeneración celular :)

Melisa dijo...

http://www.larepublica.es/article.php3?id_article=2030

Faltaba el enlace.